Paciente de 41 años, sin antecedentes de interés, que acude a urgencias por dolor en tobillo izquierdo de un mes de evolución. No recuerda traumatismo y refiere dolor progresivo.
A la exploración física no se observan equimosis, tumefacciones, ni deformidades evidentes. Presenta discreto dolor a la palpación del ligamento peroneo-astragalino anterior.